2007-10-02

Recién me estoy recuperando de la emoción que me produjo una visita fugaz que tuve hace algunos días.

Ella llegó volando intrépida desde sus nuevas alturas, con su destello iluminó crudamente el abandono en que tenía a este espacio y desapareció sin dejar más rastros que mi desolado asombro. Miré a mi alrededor y vi que había tenido este espacio tirado - como zapato viejo...

No se si muchas, pero varias veces me ha pasado que he visto un zapato tirado en plena calle. Siempre que ha ocurrido me he preguntado ¿cómo es posible perder un zapato, como
es posible que se le salga a alguien un zapato y no se percate, o si lo hace - por qué lo deja tirado? Y siempre me respondí a mi misma que seguramente se trataba de algún borracho que no sabía ni de su alma.

Se me fue casi una hora buscando uno de mis zapatos de tango o mejor dicho uno de mis “sneakers de tango” y finalmente no lo encontré. Pasé revista a mi calendario y a mi memoria y llegué a la conclusión que el desaparecido se me debe haber caido del canasto de la bicicleta la otra noche – cuando volvía a casa, embriagada de tango.

Me da pena una enorme imaginarlo tirado por ahí... Me duele que después de todos los momentos lindos que vivimos juntos, alguien lo vea tirado y crea que una borracha lo abandonó...
No se que hacer con el que se quedó conmigo... Me duele tenerlo y me duele tirarlo en el último otoño de su existencia.

También este es el último otoño de un arbol maravilloso que he observado desde mi ventana cada uno de mis amaneceres.

Se ven tan sano y lleno de vida, pero las apariencias engañan...

Hace pocos días, muy temprano por la mañana, pasaron unos hombres vestidos con trajes de color anaranjado y después de observarlo algunos minutos, marcaron la implacable sentencia - lo condenaron a muerte.

La cruz fatídica...

Mi otoño, que ojalá no sea mi último por apestada que me sienta a veces, comienza el día en que el castaño suelta sus frutos. Eso ocurrió hace pocos días, muy temprano por la mañana cuando pasé vestida de rojo – apoyando simbólicamente al pueblo de Burma – por debajo del “Señor Castaño”. Así le decíamos mis hijas y yo al darle las gracias por no dejar caer las castañas sobre nuestras cabezas cuando ellas, pequeñas aún y felices de entusiasmo, recogian las castañas del suelo como si se tratara del más preciado tesoro.

Esa mañana pasé sola por ahí y sentí que este otoño será muy diferente a otros...

Durante el verano vi muy poco a mis hijas. La mayor se fue con su familia a recorrer Croacia, las dos menores fueron a encontrarse conmigo los últimos 10 días de mi larga estadía en España y al volver... ¡no las vi más! Ambas se refugiaron en los brazos jóvenes y firmes de sus respectivos pololos y se acordaron de mi solamente lo justo y lo necesario para no quedar de malagradecidas.
La menor de las tres, comenzó a fines de agosto su primer año de liceo donde estudia el programa “Sociedad, relaciones internacionales y derechos humanos”. Desde entonces esta durmiendo en casa con el de los brazos musculosos y tatuados... Con el que discutía hace unos días que película verían aquella noche. Ella quería ver
El clavel negro

Mi segunda hija estudia danza. Ella cumplirá 18 años dentro de muy poco y optó por no volver a casa después del verano. Yo le digo que se fue yendo de a poquito, como a escondidas... Cada vez que pasó por casa, se llevó algo que estaba necesitando en la casa del que es menos musculoso. Hace unos días me entregó la lista de invitados – 48 personas importantes para ella y una lista, con orden de prioridad, de cosas que se desea... El primer deseo era
un enlace

... Ayer llegó volando desde USA con la presta ayuda de mi amigo americano.

*
Anoche, como a escondidas, lo colgué de mi muñeca
en el silencio reinante se oia el tic tac tic tac tic tac...
*
No pude dejar de probármelo. Me encantó y como parece, parece, parece que me saldrá un viaje a N.Y. dentro de poco... Una vez que se lo haya entregado y las celebraciones de la mayoría de edad hayan pasado, la preguntaré si no le molesta que me compre uno igual para mi. Hace muchos años que no uso un reloj de mujer...

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac...

Desayuno frente al ordenador...

Agua, mucha agua

yogur con pepitas de zapallo

una naranja

café

y

malas noticias

Tic tac tic tac tic tac... hoy tengo mil cosas por hacer.

Me siento estresada

Suena el teléfono. Es mi hermano menor que me llama para contarme que acaba de apuntarse en un curso de tango en Estocolmo, cerca de donde vive, pero que se perderá la primera lección ya que viene a saludar a la sobrina... No te preocupes le digo, esa te la doy yo.
- Encantado, me responde. Después de todo...¡me has querido aleccionar durante toda mi vida!

Mi hija menor entra a mi cuarto de trabajo y se despide con un beso y con un “Si, tendré cuidado al andar en bicicleta...”

Y aquí quedo sola otra vez, riéndome de que se ria de mi y de mis temores... y pensando en mi bicicleta junto al castaño el otro día cuando algunas de las castañas cayeron en el canasto...



El color de las castañas en un café muy hermoso. Su brillo es fugaz como la visita de Karim... con quien mi buena estrella me juntó para ir juntos a un festival de tango en Estocolmo el pasado mes de agosto.

Ambos nos habíamos apuntados como singles para el taller de tango nuevo que dictarían Mariano “Chicho” Frumboli y Lucía Mazer durante el festival...

Aquí interpretan Bahía Blanca


Desde diferentes latitudes – ellos venian desde Buenos Aires, yo desde Malmö y Karim desde Montreal – coincidimos en Tango 59º.

(El nombre del festival obedece a la ubicación geográfica de Estocolmo)

Durante cuatro días estuvimos trabajando juntos y al quinto – mientras yo lo observaba – encantada por la facilidad con que nos habíamos entendido – muy de repente, vi como una cascada de luces lo envolvía...


*


*
En un primer momento creí que me estaba jugando una broma,
pero cuando las luces cesaron,
él ya no estaba.

¡Qué dicha la mia poder extrañarlo este otoño!

*

12 comentarios:

Antonio Reynaldos dijo...

Maya
hace tiempo no veía tu Blog.
Cada vez mas inetresante y bien hecho.
Da gusto entrar y pasesrse, se parece a tu casa (la que conocí).
La historia del zapato me confunde: quien llegó? el hilo se pierde....

Creo ya es tiempo empiece el mío (de hecho hice uno, para probar, pero no hay nada todavía)

abrazos y besos
\

Toni Van Leiden

May@ dijo...

Toni querido, entiendo que no entiendas... La visita aquella es un personaje legendario del Blogger. Los que la conocen, los que la vieron aparecerse hace unos días - entenderán.

Gracias por lo que dices de mi blog - que se parezca a mi casa es lo que más me gusta...

Desgraciadamente no te creo cuando amenazas con empezar a bloguear. Lo has prometido demasiadas veces. ¿O era sólo una mentira?

Aunque nunca es tarde para sorprenderme y en mi retiro - a veces - retiro lo dicho.

Un beso de todas maneras.

fgiucich dijo...

Muchas y varíadas novedades: zapatos, tango, otoño, tus hijas... Abrazos.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

me gustó tu desayuno y tu otoño.

LA FULERITA dijo...

Estos dedos son míos y debo escribir que -al menos respecto de tema de los zapatos- me siento plenamente identificada. A mi siempre me causado la mayor curiosidad saber qué le pudo pasar a alguien para dejar tirado en la calle un zapato perfectamente usable o casi nuevo y me acabas de dar una respuesta plausible: se ha caído por descuido del/a dueño/a...
Me alegra ver que estás en tu casa virtual otra vez.
saludos.

Paços de Audiência dijo...

Será que la sabiduría puede llegar a residir en las manos.

May@ dijo...

Mi experiencia es que la sabiduría puede estar en todas partes - si somos lo suficientemente sabios como para desarrollarla.

Gracias por tu visita! Hacía tiempo que no te veía por estos lados...

Me doy cuenta que he descuidado mis relaciones. Voy a visitarte!

Anónimo dijo...

No se por donde comenzar,en primer lugar decirte que desde que te descubri ayer,no he parado de emocionarme. En primer lugar,donde vives,no conosco tu ciudad,pero su nombre es sinónimo,para muchos de mis compatriotas de solidaridad,refugio,nueva vida.Ademas cuento un cuento sobre Sendic, de un escritor uruguayo que se desarrolla ahí. Luego ver que en un lateral me tienes enlazada (de hecho te descubrí porque estoy mudando mi blog y corrigiendo los enlaces) asi que muchas gracias y tercero, porque me ha encantado lo que poco a poco he ido leyendo de tu acogedora casa.
Asi que solo quería decirte,gracias.
Un beso desde una uruguaya en Santiago de Compostela,Galicia.

May@ dijo...

Yo hace muchos años que voy en camino a Santiago... así es que no te soprendas si algún día paso a visitarte.

Soledad, encontré tu blog hace algún tiempo atrás y me gustó tanto que lo enlacé al mio para compartirlo con los curiosos que pasaran por aquí. Antes de ti, reunía mis preferidos bajo el título “Uno que otro blog que me ha llamado la atención”. Después de ti, los reuno en el “Joyero”.

Efectivamente acá en Malmö la colonia uruguaya es grande aún. Entre ellos tengo buenos amigos y te cuento que mi amiga del alma, es justamente uruguaya aunque ella no vive en Suecia.

¡Qué lindo que te preocupes de que el mundo no olvide a Sendic! Me siento muy afortunada por haber tenido la oportunidad de conocer acá en Suecia a uno de sus compañeros de lucha, Henry Engler, por quien siento gran cariño y admiración. Henry, gracias a su investigación, hace actualmente aportes de gran valor para los “olvidadizos”.
http://www.tinku.org/content/view/504/6/

Un beso para ti tambén, uruguaya en Santiago de compostela de una chilena que se hace la sueca en Malmö.

Ximena dijo...

Está genial este post, Maya. Me encantó!! De apariciones, desapariciones y chispazos!!

Que bueno saber de ti de nuevo, con ese sabor que sabes darle a tus historias....

Un beso,

Xime

Indianguman dijo...

Qué lindo ese otoño tuyo al norte, por qué será que el tango es tan melancólico y tiene como más sentido por allá lejos y lo hace a uno emocionarse por un zapato huacho y un castaño y un atardecer rojo tan rojo

a propósito de extrañar, se está comenzando a echar de menos el norte
y como dices
será que poder extrañar verdaderamente algo es una dicha

besitos
ya no me voy

Laura Besamor dijo...

Por fin visualizo a Karim!

Y son más vivencias que se suman a tu profundo cofre de tesoros!

Besos.