Baila con ella, baila conmigo
Desde hace más de un año he sabido que bailaría tango con esta chica acá en Chile. Desde hace casi un año he sabido que lo haría en esta fecha.
¡Cómo lo he deseado!
Desde siempre he sabido que no es nada común ver a dos mujeres bailando tango en estas latitudes.
¡Eso no ha cambiado!
Desde hace poco se que sigue habiendo gente que se molesta con estos fenómenos..
Desde hace poco se que algunas mujeres lo ven con simpatía, otras con marcado disgusto y otras con tal expresión en el rostro que me parece que se esfuerzan por mostrar indiferencia a pesar de que no dejan de mirar...
Estando en otras latitudes pensé mucho en cómo iría a ser esto de tanguear entre feminas en este ambiente. En el mio – en el de las latitudes norte – es cotidiano y debo reconocer que hasta llegué a considerar la posibilidad de que alguien se molestara más de lo recomendable con nuestro atrevimiento.
Eso no ha ocurrido y aunque más de uno/a ha sacudido la cabeza en señal de desapruebo he constatado - con grata sorpresa – que dos de las muestras más efusivas de admiración han sido de parte de dos milongueros mayores; de esos que yo – prejuiciosa como aseguro no ser – me esperaba lo peor.
¿(Qué querré decir con “lo peor”)?
Se busca
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Así se puede ver mi tango (y el dedo de un fotográfo anónimo ) una tarde de verano en mi ciudad...
Sobre las aguas del Estrecho de Dinamarca
y con Turning Torso vigilando nuestros pasos.
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